En la era digital, los dispositivos móviles y las pantallas interactivas se han vuelto parte integral de la vida cotidiana de los niños desde muy corta edad. Han aumentado las interacciones con los medios móviles lo cual ha convertido las nuevas generaciones en “nativos digitales”. Esto ha sido una gran influencia en el desarrollo social, cognitivo y emocional de los niños. 

Su uso excesivo puede llevar un estilo de vida sedentario, lo que contribuye a tener problemas de obesidad, falta de actividad física, dependencia al entretenimiento y la estimulación, afectando negativamente su capacidad para participar en actividades fuera de la pantalla y desarrollar habilidades sociales cara a cara. 

La tecnología puede ser una herramienta importante para el aprendizaje y desarrollo de los niños, pero es importante equilibrar su uso con otras actividades y establecer límites adecuados para garantizar un desarrollo saludable y equilibrado.