Urología pediátrica

Nos enfocamos en el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades congénitas y adquiridas del sistema gennito-urinario en los niños y adolescentes. Esta subespecialidad se complementa con la pediatría y neonatología, para brindar oportunamente atención o tratamiento prenatal, al recién nacido y a los lactantes tratando de evittar la repercusión de determinadas anomalías del tracto urinario y que puedan impactar sobre el riñón.
Los tratamientos que brinda la urología pediátrica son:
- Consulta integral de urología en el paciente pediátrico.
- Cirugía inguino-escrotal pediátrica que incluye:
- Circuncisión
- Hidrocelectomía inguinal
- Manejo integral del testículo no descendido (cirugía abierta y laparoscópica).
- Evaluación y tratamiento de enfermedades congénitas de la uretra:
- Corrección de hipospadias
- Valvas de uretra posterior.
- Tratamiento integral del reflujo vesicoureteral (cirugía abierta, laparoscópico y endoscópica).
- Tratamiento del varicocele pediátrico con técnica microquirúrgica o laparoscópica.
- Manejo laparoscópico y cirugía abierta de diversas patologías renales y uretrales.
- Pieloplastia abierta o laparoscópica
- Uretero – uretero anastomosis.
- Punción de ureterocele.
- Hemi nefrectomía abierta o laparoscópica.
- Nefrectomía abierta o laparoscópica.
- Manejo endoscópico con injección de toxina botulínica para manejo de la vejiga neurogénica.
- Evaluación y manejo multidisciplinario de los tumores urogenitales en niños.
- Tumor de Wilms
- Neuroblastoma
- Rabdomiosarcoma
- Tumores testiculares
Si identificas que tu hijo presenta algunas de las condiciones anteriores, te sugerimos consultar a nuestro urólogo pediatra.
¿Qué niños deben ser evaluados por el urólogo pediatra?
- El niño del cual el pediatra manifiesta cierta dificultad para correr el prepucio hacia atrás del glande.
- El niño al que se le encuentre una o ambas bolsas escrotales vacías.
- En niño con dolor testicular.
- El niño que presente signos inflamatorios, aumento de volumen, enrojecimiento de la bolsa escrotal y dolor.
- El niño que se orina y no ha logrado controlar el esfínter.
- El niño que se orina con la risa.
- El niño que se orina de día y de noche.
- El niño que con frecuencia presenta infecciones de vías urinarias, a pesar de los tratamientos recibidos con antibióticos.
- El niño que no aumenta de peso y que no crece de acorde a su edad.
- El niño con malformaciones en el pene.
- El niño que no orina y si lo hace, es con un chorro débil y fino.
- El niño que se queja al orinar.
Como representante de esta especialidad se encuentra el profesional: